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Líderes en formación de líderes desde 1992

Alguna vez leí, que hay personas que les gusta ser "la novia de todas las bodas o el cadáver de todos los funerales". Seguro que rápidamente has pensado en alguien, lo confieso, yo también.

 

El problema del "super ego" lo encontramos en todas las empresas o en núcleos sociales. Cuentan que Hitler se tardó mucho tiempo en seleccionar a su chofer. Requería una persona que fuera más baja de estatura que él. De tal manera que cuando se bajara para abrir la puerta de su auto, no se notara lo bajo que era. Lo encontró y para que pudiera manejarle hacía que le pusieran ladrillos al asiento del chofer para que pudiera ver mejor.

 

Apolo en la mitología, era "hijo de dioses", nada menos que del mismísimo Zeus.

 

El título de este síndrome no me pertenece, lo describió por primera vez un "gurú" del trabajo en equipo cuyo nombre es Meredith Belbin y lo hizo en su libro "manejando equipos". El lo relaciona con personas que tienen una gran capacidad individual, pero que al trabajar en equipo no logran la meta en común. Es, en términos futbolísticos, lo mismo que le sucedía al Real Madrid hace algunas temporadas, a pesar de estar lleno de "estrellas" como equipo no pasaba de media tabla.

 

Las características de este Síndorme son:

 

  1. Pasan tiempo excesivo abortando o destruyendo las ideas que salen en un grupo, pero además tratan de persuadir a otros miembros del equipo a que hagan lo mismo.
  2. Suelen ponerle "problemas" a las soluciones
  3. Si no están de acuerdo en lo que se decida, tienden a trabajar por su cuenta
  4. Suelen tener problemas para reconocer la autoridad
  5. Tratan de desprestigiar a quienes consideran rivales dentro del equipo, no lo hacen de una manera abierta, sino a sus espaldas
  6. Aparentan ser "políticamente" correctos y encantadores, tienen chispa
  7. Difícilmente, pero muy difícilmente reconocen sus errores, les gusta manejar medias verdades y si son descubiertos en el error, rápidamente encuentran a quien pasarle la "bolita" o llevar la discusión por senderos en los que su aparente prestigio no salga lastimado
  8. Todos necesitan capacitación y formación, ellos ya están hechos
  9. Normalmente piensan que ir al psicólogo les vendría bien a quienes los rodean
  10. Difícilmente quedan mal y para evitarlo terminan por arrollar con argumentos, algunos sin sentido, a quienes consideran su enemigo
  11. Aunque no lo demuestran abiertamente, quedan resentidos cuando creen que no se les tomó en cuenta
  12. En ocasiones logran que el equipo adopte sus ideas, con la pobreza que esto puede traer al pensar solamente como ellos lo hacen
  13. Son enredosos

 

Obviamente que todo lo anterior es una actitud que va contra la rentabilidad de la empresa por el tiempo que se suele perder y por la pobreza de ideas que puedan surgir de un equipo.

 

Pueden tener valor para la empresa en trabajos solitarios, sin embargo el líder o jefe debe estar muy al pendiente -nueva pérdida de tiempo- con este tipo de personas. En lo personal se sienten muy solos -de hecho lo están-, pero piensan que es por su "inalcanzable manera de pensar"

 

El punto flaco de estas personas, suele ser la vanidad. Sabemos que una persona vanidosa es altamente manipulable. Los líderes exitosos en el manejo de estos apolos, es llegar por sus aparentes "éxitos", "buenas ideas", "logros" y después pedir lo que sea. Esto es, figuradamente, un poco de incienso a la deidad y luego conseguir lo que quiere el líder o jefe. El grupo tarde o temprano terminará "dándole" por su lado.

 

Jose Luis Castañeda Lerma

 

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