Este título seguramente lo habrás visto en programas de calidad; posiblemente lo habrás oído en charlas “motivadoras”; leído en algún libro…¿pero que significado tiene para ti y cómo aplicarlo?

En nuestro seminario de aprovechamiento del tiempo, como preámbulo analizamos las tres maneras fundamentales de conjugar los verbos: pasado, presente y futuro.

Por el pasado, que es historia, nada se puede hacer. Por el futuro que es algo inexistente, solamente podemos hacer lo que está en el presente. ¡Y el presente no dura nada! Fíjate bien, cuenta hasta tres y di hola… ese hola que dijiste ¡ya es pasado!

Después de lo anterior, redescubrirás que el tiempo es un instante y nada más. Si quieres administrar sabiamente el tiempo, solo te puedes concentrar en lo que hagas en este instante. Solo que no hay que olvidar que eso que hagas, es muy probable que repercuta en el futuro. (ver video)

En la actualidad se está manejando mucho lo que se llama “manejo de stress”, y es correcto que nos preocupemos por nuestra salud. En ocasiones ese stress es el resultado de no saber vivir el “hoy y ahora”. Me explico.

A veces das vuelta en la cama por ese problema económico que tendrás que resolver. Ese trabajo que tienes pendiente. Esa relación que no termina por marchar. Quizá esa reunión social a la que no quieres asistir y no hay manera de decir que no. Quizá ni duermas por estar pensando en esos o similares problemas.

¿Cómo se vive el hoy y ahora en esas circunstancias? ¡Durmiendo! nada de esos problemas los resolverás dando vueltas y vueltas en tu lecho, lo único que conseguirás es no dormir y a la mañana siguiente estarás con tus facultades bajas y seguramente irás empeorando lo que vaya surgiendo.

A lo mejor estarás esperando algún resultado que te darán al día siguiente. Y te angustias antes de tiempo y comentas lo que te pasa y sufres más. ¿Cómo vivir el hoy y ahora? ¡haciendo lo que te corresponde en ese momento! por más que le des vuelta el resultado llegará en su momento.

Hay parejas de novios que posponen su boda, porque se les vendrán muchos gastos cuando estén casados. O matrimonios angustiados ante la posibilidad de que llegue otro hijo. ¿Cómo se vive el hoy y ahora? pregúntate si estás en estos casos ¿puedo hacer algo en este instante por aquello que me agobia? sí, ¡hazlo!; no, disfruta este momento.

Se me vienen a la memoria un par de cosas personales al estar escribiendo este artículo, pero ¡no me queda más remedio que tratar de terminarlo! ¡no puedo hacer nada por esas cosas, hasta que llegue el momento!. No son parte de mi hoy y ahora.

¿No será posponer las cosas? por supuesto que no, es simplemente una manera práctica de disfrutar lo que tengo que hacer en este momento preciso.

¡Vieras que paz deja!, ¡vieras que tranquilidad trae! Y conste que no te estoy dando remedios motivantes, ¡son lógicos y funcionan! todo es cuestión de ir adquiriendo el hábito.

A lo mejor te acuerdas de lo siguiente “a cada día le basta su propio afán”.

José Luis Castañeda Lerma