logoP31

Líderes en formación de líderes desde 1992

Qué difícil es desprenderse de la profesión personal y sus posibles consecuencias!

Una maestra, no abandona su “estilo” cuando está en casa con su marido y sus hijos, los sigue viendo como alumnos, toman tono didáctico y en ocasiones le gustaría ponerle un reporte inclusive a los miembros de la familia.

El sastre no se desprende de su profesión, ni siquiera cuando anda por la calle, observa sin querer la manera de vestir de cada persona que observa y descubre malas costuras, telas poco adecuadas etc.

En las empresas, sobre todo las de manufactura el problema se presenta en que las personas que forman la dirección están bien formadas e informadas en aspectos técnicos: si una máquina no funciona rápidamente se encuentra solución o se encuentra quien la puede componer. Los procedimientos tan de boga en la actualidad marcan paso a paso que es lo que debe de hacerse. Si hay goteras y presupuesto estas se corrigen de inmediato.

Lo difícil para los formados en manufactura es el lograr entender que hay lo que se llama un sistema informal, compuesto por personas que no caben dentro de la sistematización, que no se encuentra fácilmente quienes los motiven cuando bajan su rendimiento; que no hay un procedimiento a seguir para evitar la rebeldía.

Todo esto es de alguna manera achacable a la falta de formación humanística de la que se carece en las universidades y tecnológicos en lo que se conoce como carreras técnicas y que normalmente los egresados de estas licenciaturas o ingenierías son lo que terminan haciendo cabeza en las empresas de manufactura.

Son personas que terminan acudiendo a lo que dicen los gurúes y que denominan Relaciones Humanas, además de dar recetas que tampoco funcionan. La solución a este tipo de profesionalitis se encuentra desde hace más de 2000 años en lo que terminó por denominarse “Antropología Filosófica” que permite entender a fondo los resortes de las personas, desde sus sentimientos hasta la determinación, desde sus deseos hasta la verdadera motivación. Desde sus miedos y resistencia al cambio hasta los cambios más profundos.

El ser humano es más complejo de lo que se cree y para nuestra desgracia no es sistematizable de ninguna manera, ni tiene botones que al apretarlos le hagan ponerse la camiseta de la empresa. Son individuos con motivaciones particulares y difícilmente comunes. Con un bagaje formativo e informativo que difiere sustancialmente a las recetas generales.

Si nos preocupa la manera en que se lleva la dirección de una empresa deberíamos tomarnos más en serio la formación de nuestros empleados...y la nuestra.


¡Por que lo digo yo!

Una frase que produce escozor o cierto desagrado cuando la usan con nosotros. ¡Como si no supiéramos entender razones!

Normalmente se usa en el límite, cuando no se encuentran razones para que se haga lo que se quiere, pero lo queramos ver o no esta frase genera rebeldía. A la persona que se le da este tipo de argumentos, probablemente obedecerá pero no con todo su entusiasmo y energía.

Es una frase dogmática.

Recordemos que el dogmatismo es el querer defender mi muy particular punto de vista de la realidad le pese a quien le pese. Significa perder la objetividad, que siempre es razonable para convertirse en un dictador. Los cosas son así porque lo digo yo. E inmediatamente la persona a quien se le dice esto, tratará de convencernos que estamos equivocados y dado el caso de que no se estuviera, hará todo lo que pueda por que las cosas salgan mal.

Por que lo digo yo, puede descubrir todo el poder que tengo, pero deja descubierta la autoridad, que es el reconocimiento que me brindan mis empleados por mi prestigio y madurez.

El dogmático no alcanza a ver más allá de sus particulares razones, se cierra a la opinión de los demás y obviamente el trabajo en equipo, que requiere apertura, termina por no funcionar y curiosamente, para este tipo de personas la culpa es del equipo.

Defender la verdad cuando objetivamente se la tiene no es dogmatismo; aferrarse a puntos de vista particulares y poco objetivos es lo que realmente hace al dogmático.

Decíamos anteriormente que el dogmatismo genera rebeldía, porque es considerar que las personas que colaboran con nosotros no tienen el uso de razón suficiente para entender las razones del dogmático y esto genera insatisfacción.

Luchar contra el dogmatismo implica la humildad de reconocer que nuestra inteligencia es limitada y que la realidad en ocasiones nos puede sobrepasar. Recordemos que el dogmático hace un ejercicio de poder extralimitado que termina por alejarlo de sus colaboradores.

.

José Luis Castañeda Lerma

###BLANK###

 

BannerPROMO