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En días pasados, durante el mes de noviembre, se llevó a cabo en Argentina el simposio «Diálogo sobre el liderazgo en las empresas». En una de las ponencias se presentaron los resultados de un cuestionario que se realizó sobre los conceptos más comunes acerca del Liderazgo. Llama la atención la respuesta a una de las preguntas que cuestionaba sobre las bases de la efectividad del líder: las posibles respuestas a esta pregunta eran: Competencia intelectual y conocimientos técnicos; Su experiencia; Habilidad para relacionarse y manejar emociones. Las respuestas fueron 12% para la primera, 7% para la segunda y 81% para la tercera.

 

Si analizamos bien la respuesta a que la efectividad del liderazgo se basa en la habilidad del líder para relacionarse y manejar emociones, estamos hablando del fundamento de la «Inteligencia Emocional», pero en pocas palabras ¿qué es I.E.?

 

Es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones, según D. Goleman uno de los principales difusores de esta teoría. Las aptitudes que destaca se diferencian esencialmente de la inteligencia intelectual o coeficiente de inteligencia.

 

La inteligencia emocional y la intelectual se basan, según los diferentes autores de la teoría, en la actividad cerebral. El intelecto se fundamenta en el funcionamiento de la neocorteza y las emociones en la subcorteza, la inteligencia emocional involucra a ambos. Esto desde el punta de vista fisiológico. Estas teorías fueron desarrolladas por Howard Gardner, que en 1983 propuso el famoso modelo de las inteligencias múltiples y ampliadas por Saloyev y Mayer en 1990 que afirman que la Inteligencia Emocional es la capacidad que poseemos de reconocer y regular los sentimientos propios y ajenos y utilizarlos para guiar nuestros pensamientos y acciones.

 

Es, sin embargo, Daniel Goleman quien aterriza y difunde los conceptos de Inteligencia Emocional en su libro del mismo nombre. Al leerlo se corre el riego de perderse entre tantos casos y dejar de ver la esencia que constituye este modelo.

 

Los cinco puntos esenciales de la Inteligencia Emocional serían:

 

  1. Conocimiento de uno mismo: Descubrir que se siente en cada momento –conciencia emocional- y utilizar esos sentimientos en la toma de decisiones. Tener una idea objetiva de las habilidades que se poseen conociendo fuerzas y límites – auto evaluación precisa-, y una confianza bien basada en uno mismo.

  1. Autorregulación: Una vez conocidas las emociones que se sienten, saberlas manejar para que faciliten la tarea que se realiza en lugar de estorbarla: requiere de autocontrol, confiabilidad que implica mantener normas de integridad y honestidad. Aceptar las habilidades del desempeño personal – le llama a esto escrupulosidad-Adaptabilidad o flexibilidad para manejar los cambios y por consecuencia estar abiertos a la innovación.

  1. Motivación: conocer las tendencias emocionales y nuestras preferencias más arraigadas para tratar de conseguir nuestras propias metas. Esto implica desarrollar el afán de triunfo, el compromiso la iniciativa y el optimismo que ayudará a ser muy efectivos y perseverar a pesar de los contratiempos y frustraciones.

  1. Empatía: Observar y advertir lo que los demás sienten, acostumbrarse a tratar de ver las cosas desde su propia perspectiva y desarrollar la afinidad aceptando su diversidad. Implica también el desarrollo de cualidades como la comprensión, el servicio y la ayuda a los demás.

  1. Habilidades sociales: Manejo adecuado de las emociones en una relación, del tipo que sea, interactuar sin dificultad, utilizar estas habilidades para persuadir, dirigir, negociar, resolver conflictos y para cooperar y trabajar en equipo. Requiere de virtudes como la comunicación, la sociabilidad y la generosidad.

Los tres primeros puntos se consideran como las habilidades personales y los dos últimos como las habilidades sociales.

 

Es por todo esto que no sorprende que la efectividad del líder, según la encuesta mencionada, se advierta en ese relacionarse y manejar emociones.

 

Estos cinco puntos que describen de manera general lo que es la Inteligencia Emocional, requieren un arduo esfuerzo para completarlos, ¿será por eso que tengamos tan pocos líderes?

 

José Luis Castañeda Lerma

 

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