Una manera de ganar en productividad, recomendada desde siempre, es la famosa “lista de cosas por hacer”. Organiza y hace patentes los objetivos del día. Forma parte de la planeación, sin embargo, debería existir otra lista de “cosas por no hacer” que también nos llevarían en esa búsqueda tan necesaria de mejorar nuestra productividad y aprovechamiento del tiempo.

A continuación, te brindamos una pequeña lista de cosas que hay que evitar, para mejorar en tu aprovechamiento del tiempo, mejorar tus relaciones y disfrutar un poco mejor de la vida; vale la pena recalcar, que podrás añadirle algunas actividades para hacerla más personal.

  1. Determina que hacer y hazlo o que no hacer y no lo hagas. Se debe exigir dejar la flojera de lado, dejar de vivir una vida llena de ensoñación y actúa. Hay muchas cosas en tu vida que requieren que te determines ya.
  2. No esperes el momento perfecto: De verdad y lo sabes, nunca hay un momento perfecto. Es un buen pretexto para evitar la determinación por hacer algo. La vida tiene riesgos y si te dedicas a esperar este tipo de momentos, seguramente la verás pasar más como espectador, que como protagonista.
  3. No actúes para las multitudes: No permitas que los demás te asusten. No puedes ir por la vida tratando de complacer a los demás. No permitas que la forma en que te puedan enjuiciar te determine, que impida que seas tú. No puedes ser lo que los demás quieren que seas, arriésgate a tomar las riendas de tu vida.
  4. No te comas la vida de un bocado, te vas a atragantar. Recuerda que los grandes edificios se construyen ladrillo a ladrillo, que las grandes carreras comienzan con un paso. Da el primero y pregúntate después ¿Qué sigue?
  5. No pienses en lo que “pudo haber sido”: Probablemente pienses que pudo haber otra vida que pudiste tener, pero no olvides que solo tiene esta que estás viviendo.
  6. No te compares con los demás: ni en lo que tienes, ni en lo que eres, ni en ningún tipo de logro. Cada quién es cada cual. Compararte es perder tiempo y darle paso a la envidia o a la soberbia. Si quieres compararte, hazlo contigo mismo.
  7. No te aferres a odiar a nadie: el enojo o el odio, lo que producen es un daño en ti mismo, tanto físico como sicológico. Si alguien te ha hecho daño, que no te lo siga haciendo por medio del odio o del resentimiento. Aprende a perdonar, recuerda el famoso refrán:       ”nadie puede herirte sin tu consentimiento”.
  8. No dejes que las pequeñeces te agobien. La vida, tus relaciones, tu trabajo, te presentan cantidad de “estupideces” que te pueden quitar la paz. Acomódalas en su sitio. Recuerda quizá la última discusión que tuviste con quien más amas, te darás cuenta que fue más “orgullo herido” que algo objetivo. Quien se agobia por estupideces, es, perdóname que te lo diga, ¡estúpido!.
  9. No esperes que alguien venga a hacer por ti lo que te toca hacer: Eres, aunque no te lo creas, más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces, más capaz de lo que te has imaginado nunca. Es tu vida, tu biografía, decídete a escribir algo épico.
  10. Deja esperar a que los demás te sirvan: el verdadero poder, el liderazgo eficaz, se centra en Servir a los demás. Servir resuelve carencias y al hacerlo, en las personas que ayudas. surge el reconocimiento, surge tu prestigio, surge tu autoridad.

¿Qué más cosas le añadirías?

José Luis Castañeda Lerma