jesus leyendo carta

Carta del Niño Dios

No tienes idea la ilusión que me hace esta temporada; como verdadero hombre, me gusta al igual que a tí celebrar mi cumpleaños y también ¡como no! recibir regalos.

Desde hace mucho, muchísimo tiempo, se acostumbra que la alegría de mi nacimiento se acompañe de regalos y fiesta. Sin embargo se ha desbordado un poco y se pierde el sentido del festejo.

Por una parte me gusta que se festeje de esta manera, porque se despierta la generosidad en muchas almas, es época que se piense en los demás para hacerles algún regalo o quizá enviarles algún buen deseo por medio de alguna tarjeta.

Me han dicho que me he vuelto “políticamente incorrecto” y que las fiestas se dan sin recordarme. Que ahora se desean felices fiestas porque el desear “Feliz Navidad” y recordar lo que se festeja, puede incomodar a más de alguno. Debo reconocer que siempre he sido incómodo.

Me dicen que se han sustituido los divertidos “villancicos” que contaban historias sobre mí, por canciones que cantan a la nieve, a los trineos, a Santa Claus etc., que, por cierto, nada tienen que ver conmigo. No tienes idea lo que me gustaba que se cantara las meteduras de pata de mi papá aquí en la tierra, San José, al cambiarme los pañales, o la de aquel niño que con su tambor no encontraba que regalarme…

Los recuerdos y ocurrencias que tenían los niños para representar la ciudad en que nací, el acomodar borregos y pastores; ríos de papel de estaño, montañas de heno y musgo…toda esa creatividad, se ha cambiado por árboles con esferas y lucecitas, trineos con renos y “Santa Claus”.

Parece que en esta época del Facebook e Internet me he quedado obsoleto. Pero a pesar de eso, estoy siempre al lado tuyo. No hay videos, en los que puedas verme, colgados en “YouTube”; ni siquiera tengo correo electrónico…porque para dirigirte a mí no los necesitas, aunque debo decirte que si tuviera cuenta de correo…posiblemente tampoco me escribirías.

Me di cuenta que en “Wikipedia” hay todo un artículo sobre la controversia del uso de la palabra “Christmas” y algunos dicen que es una palabra que va contra la primera enmienda de la constitución. ¡Sí que me he vuelto Signo de Contradicción!

Sobre la fecha del festejo, se discute que si es el 25 de diciembre o no, por aquello de los cambios en el calendario etc. Pero eso es lo menos importante, lo que merece la pena es acordarse.

Yo lo que quiero es que me contemples como ese Niño-Dios, que aparece desvalido deseando un poco del calor de tu corazón por lo menos una vez al año. Que, por lo menos en esta temporada, mires el Amor tan grande que tengo por ti, que al hacerme hombre me hago más asequible a ti.

Que contemples, en medio de esas fiestas tan familiares, que el festejado soy yo y que por un momento te des cuenta todas las que he pasado por amarte tanto.

Que me contemples en el portal recién nacido, con una pobreza extrema esperando ese abrazo de cumpleaños que espero de ti. Que a pesar de todo lo que has vivido estoy cercano a tu corazón esperando un poco de correspondencia, algo que me diga que ha valido la pena.

Y después, la fiesta, el karaoke, la comida, el baile, los regalos, los abrazos…etc. ¡Cántame un villancico! ¡Me gustan! Y aunque el festejado soy yo, estoy dispuesto a regalarte lo que sea conveniente… ¡Si hasta la vida vine a dar por ti!

Pon un “nacimiento” o “Belén” y vente a platicar un rato conmigo, que aunque estoy en todas partes, estas representaciones ayudan.

Con todo mi cariño:

Jesús, recién nacido

Autor: José Luis Castañeda Lerma