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Líderes en formación de líderes desde 1992

Sentado y sin encender el automóvil, rumiaba su cansancio y su molestia. No le atraía el dirigirse a su casa y pensaba dónde y con quién irse de copas, de verdad que lo necesitaba.

Recordaba, también, el desgano que había visto en sus colaboradores y los bajos resultados del día. Se sentía más deprimido.

Decidió acudir a la casa de Alejandro su gran amigo desde la preparatoria. Siempre estaba dispuesto a atenderle en los momentos bajos.

Treinta minutos después se encontraba en el jardín de su amigo Alejandro con una cerveza en la mano. “Sucede que he andado desmotivado todo el día” comenzó su conversación. “Se suele confundir el cansancio con la falta de motivación” aclaró Alejandro.

“Desmotivarse es perder causas o razones para movernos” y añadió “tu tienes mucho de las dos como para no estarlo”.

“Lo que pasa es que tuve un disgusto fuerte con mi pareja y luego en el trabajo las cosas no anduvieron tan bien como me hubiera gustado”. Alejandro le acercó una charola con cacahuates y dijo “Hay muchas razones para pasar por alto los disgustos: tu amor por ella y tus hijos, el luchar por sacar ese compromiso adelante; las diferencias de carácter en una pareja es algo normal y en ocasiones se nos olvida el principio aquel que dice –lo que es obvio para ti no necesariamente es obvio para los demás- por cierto, recuerda que en los matrimonios por que hay cariño, hay roces”.

“La motivación es algo muy personal e íntimo, nadie puede motivarte porque nadie conoce tus razones. Recuerda solo desmotiva cuando se pierde la razón por la que se perseguía algo” comentó Alejandro con mucha paz.

“Motivación para mi es saber que vives por algo y es un sentimiento profundo” dijo Ariel. “El error es clasificar la motivación con sentimiento” dijo Alejandro y continuó “los sentimientos son muy efímeros y las verdaderas razones, que es donde se centra la motivación, son algo que permanece” y siguió “la auto motivación es reencontrar las razones por las que comienzas algo, descubrir la finalidad, respirar un poco y decirse ¡vale la pena”

“Las personas que razonan son personas altamente motivadas. La gente con fines bien determinados se encuentran muy motivados porque se encuentran insatisfechos mientras no consiguen lo que necesitan, y no me refiero únicamente a lo material”.

Ariel, veía que su cerveza estaba por terminarse y comentó “Alejandro: pero el desgano de mis empleados era notorio el día de hoy” Alejandro preguntó si deseaba otra cerveza y ante la negativa continuó “Es lógico, porque una de las nuevas funciones gerenciales es el energizar al grupo y creo que tu no lo estabas, Cuando tus empleados ven que tienes entusiasmo se ven contagiados con éste”.

Caminando hacia el auto Alejandro continuó “hay gente que afirma que esta desmotivada de la vida, y esto es grave, sin embargo es difícil que sea real esta afirmación, sería como aceptar que han perdido las razones para vivir. Hay que aceptar que las razones para hacer alguna cosa o acción en ocasiones se ven borrosas y confundimos una cosa con otra. ¿Por qué no quisiste la segunda cerveza?” El silencio de Ariel estuvo un poco largo, pero se animó a decir: “Pensaba en Cristina mi hija pequeña y la alegría que le causa el verme llegar. Pensaba en Ángela mi esposa y lo bien que nos la pasamos anteayer con sus puntadas, pensaba en como me ilusiona mi trabajo con todo y sus problemas y sí, parece que estoy un poco cansado, Mil gracias por tu motivación”

Sonriente Alejandro dijo “¿volvemos? Lo último que me has dicho son tus causas y razones por las que deseas irte a casa” subrayó el tus “solamente has redescubierto lo que vale la pena y esto lo has hecho tu. Yo solo te he redescubierto horizontes”.

Se despidieron y Ariel aceleró, tenía un fuerte deseo de llegar a su casa ver a su hija y pedir disculpas. El cansancio podía esperar. “el problema de la motivación es problema de causas y razones” se repetía mentalmente

 

 

José Luis Castañeda Lerma

 

 

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