Cómo ejercer la autoridad en la adolescencia (parte dos)

Cómo ejercer la autoridad en la adolescencia (parte dos)

El ejercicio de la autoridad requiere del cumplimiento de ciertas condiciones como las siguientes:

                   • Establecer previamente las reglas del juego con el hijo adolescente y hacerle ver que el incumplimiento de dichas normas tendrá una consecuencia. Estas normas deben ser aceptadas por padres e hijos y exigibles a todos.

                   • Papá y mamá deben estar de acuerdo previamente en lo que se le exige al adolescente, de lo contrario el chico aprovechará estos desacuerdos para desafiar la autoridad de sus padres.

                   • No separar comprensión y exigencia. No es difícil observar en algunas familias con adolescentes que toda la comprensión está en los padres y toda la exigencia está en los hijos.

                   • Ser sobrios en el ejercicio de la autoridad. Hay muchos problemas que pueden resolverse mediante otros tipos de influencia.

                   • Poner a prueba la propia imaginación para encontrar situaciones de participación para los hijos.

                   • Saber resistir frente a dificultades y frustraciones.

                   • No desanimarse nunca, pase lo que pase. La autoridad se puede perder y se puede recuperar. Hay que ser perseverantes.

                   • En una discusión destacar siempre lo positivo en primer lugar.

                   • Como padres, tener la paciencia de aclarar muchas veces algunas ideas de base, para que el chico entienda la razón de nuestras afirmaciones.

                  • El ejercicio de la autoridad se logra en un clima de confianza que no excluye actos de energía de enfado. Debe ser una exigencia serena. Sin rechazos y sin comentarios mientras el hijo trata de exponer su punto de vista y sin dejar de aclarar después.

         No es aconsejable entrar en la dinámica de rivalidad y testarudez ya que, además de reforzar esta actitud, no se consiguen buenos resultados. Esta postura provoca enfrentamientos, estados de irritabilidad y agresividad entre los miembros de la familia, y puede dificultar la convivencia familiar.

Características peculiares en la adolescencia

                   • Los padres dejan de ser el punto de referencia para pasar a ser el grupo de amigos.

                   • Se acrecienta es el sentido de la intimidad. El adolescente descubre su interioridad y la protege. Por eso es frecuente que comience a encerrarse en su habitación y deje de comunicar lo que piensa y hace. Se puede volver hermético en la relación con sus padres y contestar con monosílabos cuando se considera interrogado. Cuando piensa que se le está pidiendo una información que vulnera su intimidad o la de sus amigos tiende a contestar con evasivas o a rechazar la conversación.

                   • No está contento con su cuerpo. Esto puede dar lugar a complejos, y, en casos extremos, a la anorexia o a la bulimia. Es necesario explicarle que esto que le pasa es normal y que el cuerpo encontrará su propio equilibrio en el desarrollo.

         ¿Cómo reaccionar ante estas condiciones? Las actitudes de continua crítica, rebeldía y oposición que se presentan en la adolescencia deben ser consideradas como normales, propias de la etapa evolutiva que se está atravesando. El sentido del humor y la ausencia de susceptibilidad son valiosas armas para soportar los continuos ataques y retos que a los jóvenes tanto les gustan. A medida que el joven se hace mayor, se encuentra más seguro, accesible y tolerante, lo que facilitará las relaciones familiares.