Por supuesto que la mayoría de nosotros conocemos los tres pasos de la delegación efectiva, ¡ hasta podríamos dar un seminario sobre ésto!. Por supuesto que algunos ya hemos “evolucionado al empoderamiento”. Bueno, sí ¿y en la práctica?

Seamos sinceros y contestemos con valentía y sinceridad las siguientes diez preguntas.

• ¿Confío en todos mis empleados?

• ¿Estoy cierto que todos conocen las funciones de su trabajo?

• ¿Podrían contestar nuestros empleados que se sienten con libertad cuando hacen cosas productivas?

• ¿Han surgido ideas de parte de nuestros colaboradores el último mes?

• ¿Si alguno se equivoca, se le corrige y se vuelve a confiar en él?

• ¿Tienen toda la información necesaria sobre la empresa y su departamento?

• ¿Soy conciente de que si no delego atento contra la rentabilidad de la empresa?

• ¿Trato a mis colaboradores como adultos?

• ¿Les doy el beneficio de la duda?

• ¿Permito que se me hagan sugerencias sobre el trabajo que delego?

• Con sinceridad ¿cómo te fue?

José Luis Castañeda Lerma