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Líderes en formación de líderes desde 1992

En ocasiones nos han hecho esta pregunta: ¿eres abierto o cerrado? Nosotros la hemos hecho en nuestros cursos y normalmente hay respuestas hacia ambas. Uno podría pensar que la mayoría afirma ser abiertos, pero no es así, algunos se definen como cerrados y otros, muy pocos, como “entreabiertos”.

Posteriormente se pone un ejemplo en donde dos personas contemplan una raya quebrada en el piso, el que está a la derecha afirma que es una “m” y el que está enfrente de éste afirma que es una “W”. Ambos podrían ser firmes y defender su punto de vista porque es su percepción. Ambos podrían afirmar que la otra persona es “cerrada” por no ceder.

La apertura consistiría en aceptar ver desde la perspectiva de la otra persona, esto es aceptar moverse y darse cuenta de que la opinión contraria era razonable también. Cerrase sería no estar dispuesto a profundizar, aferrarse al punto de vista personal.

Todas las opiniones son respetables, pero no todas son verdaderas, razonables o reales. En la actualidad se nos dice que “apertura” es ser políticamente correcto y que la realidad la puede definir lo que siento ante ello.

Debemos recordar que los sentimientos, son variables y efímeros, por lo que aquello que siento un día puedo no sentirlo al día siguiente. Aquello que sentía como verdad un día, no lo siento al día siguiente.

Se ve en internet a un hombre que se “siente” perro y actúa como estos, lo políticamente correcto es respetar su opinión sobre su sentir, pero sería ilógico ponernos a ladrar con el para tratar de comunicarnos,  pero sabemos que las características reales de un perro no se dan en un hombre. La apertura es aceptar su sentimiento perruno, pero saber que no tiene nada de realidad. “estoy abierto a tu opinión, pero no a tu realidad”

Afirmaba Antonio Machado lo siguiente:

“¿Tu verdad?, no, la verdad.
Y ven conmigo a buscarla,
 la tuya… guárdatela”
.

Esto quiere decir que la verdad o la realidad no son propiedad de nadie -de aquí nace la verdadera apertura-. Puedo hablar de mi opinión o de tu opinión, pero sabemos que es parte de la realidad que cada uno observa.

No puedo aceptar que la posesión de la verdad, esto es hablar de tu verdad o mi verdad, sea correcta. La apertura, siguiendo lo que dice Machado, es buscar la realidad de las cosas y saber que me puedo equivocar y que a pesar de que mi opinión sea muy objetiva, puede ser que sea errónea.

Muchos conflictos se basan en diferencias de opiniones, en aferrarse a tener la razón, en cerrarse ante la posibilidad que las otras opiniones puedan enriquecer la nuestra. Esto sí que es cerrarse.

La persona abierta sabe que puede estar equivocado, se siente segura porque a pesar de basar su opinión en hechos conoce que puede haber cosas que no ha contemplado. La persona abierta sabe que muchas opiniones se basan en sentimientos y que estos son subjetivos y que duran poco, por lo que aprende a esperar el momento justo para el intercambio de opiniones.

Apertura de pensamiento no quiere decir que se acepte cualquier aberración, sabe que existen y tolera a las personas que las viven, pero no afirma que lo falso es verdad ni que la verdad sea falsedad. Aunque termine siendo juzgado como políticamente incorrecto.

José Luis Castañeda Lerma

 

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