Conceptos van, conceptos vienen. Barriles de tinta cubriendo el tema y sin embargo se sigue notando la ausencia de líderes de todo tipo en todas partes.
En nuestros seminarios repetimos hasta el cansancio que el liderazgo es «servicio». Que significa estar al pendiente de nuestros colaboradores para que tengan lo necesario para poder elaborar bien su trabajo.
Esta definición tiene una serie de palabras claves: estar al pendiente, que significa mirar con la intención de descubrir carencias. Significa también el escuchar, estar abiertos a las necesidades de los demás. Hemos comprobado que el mirar y escuchar está antes que el hacer, si no, este «hacer » pierde sentido
Mirar y escuchar forman parte fundamental del ejercicio del liderazgo, sin embargo en ocasiones estas acciones son olvidadas y se cae en el subjetivismo de que el líder resuelva sin tomar en cuenta a su colaboradores. El verdadero servicio comienza viendo y escuchando.
En el transcurso de este mes, hemos tenido la oportunidad de trabajar con dos empresas, una tijuanense y la otra de la ciudad de México, donde se ha demostrado que las funciones de mirar y escuchar, bien llevadas a cabo detectan, de una manera objetiva, las verdaderas carencias de la empresa. No las que el jefe desde el «olimpo» cree, sino las que viven día con día, la gente que está ayudando a conseguir las metas empresariales.
La frase «lo necesario para que puedan realizar bien su trabajo» significa no solo maquinarias y herramientas adecuadas, que son muy útiles para conseguir un objetivo. Aplica también al ambiente laboral, que por lo general, lo va determinando el líder.
Al hablar de ambiente nos referimos, al físico y al ambiente moral.
Una persona que pretende que se consiga un objetivo dentro de un trabajo, debe procurar, que su gente tenga el ambiente físico adecuado para que la labor se realice. No es lo mismo trabajar bajo un sol a plomo, cayendo sobre las espaldas, que en un ambiente adecuado para el bienestar de la gente. No es lo mismo trabajar bajo un ruido ensordecedor que bajo niveles de ruido adecuados.
El ambiente moral se refiere a situaciones libres de tensiones impropias y estresantes.
Habría que hablar también de situaciones individuales por las que pasa cada uno de los colaboradores, pero como dice el comercial ...«eso es ya otra historia».
Max de Pree redondea lo que hemos escrito y al definir el liderazgo como arte afirma: «Liberar a la gente para que haga lo que se requiere de ellos de la manera más efectiva y humana posible».
El liberar requiere también del mirar y escuchar, que en ocasiones no funcionan porque el líder solo se mira y escucha a sí mismo.
Recordemos, para terminar, que el liderazgo es vivencia, no teoría, es algo que se tiene que aprender a través del tiempo, no solamente leyendo frases, libros o boletines, aunque estos sean de Sícap.
José Luís Castañeda Lerma