J. Caler comentaba en uno de sus artículos «si algo hay que temer es la mediocridad».
Desafortunadamente, siempre la descubrimos en los demás. Se dice que una persona es mediocre cuando se entretiene en los medios sin llegar a los fines. Ponerse metas es el primer paso para salir de la mediocridad.
A continuación se dan algunos puntos que podrían orillarnos a formar parte del gran ejército de mediocres… ¡tenga cuidado!
1. No se fije metas ni fines a dónde quiere llegar, viva la vida sin sentido y sin preocupaciones.
2. Confórmese con lo que ha hecho, y siéntase de vez en cuando a revisarlo con gesto de satisfacción, cuéntele a sus colaboradores de sus logros pasados y si le preguntan qué espera del futuro ignórelos, le tienen envidia.
3. Fomente en Ud. ese sentimiento de satisfacción, esto lo orillará a sentirse cada día más confortable y deje que se exijan los que no han logrado lo que Ud. ya logró.
4. Cuando le pidan que dé más, dígale a esos que en esta vida todo es relativo, y que cada quién su vida y su paso para vivirla.
5. Siga adelante con el eslogan de que los tiempos pasados fueron mejores y quéjese de la actualidad. Hable de sus tiempos y si alguien le dice que estos son nuestros tiempos, dígale que es un ignorante y evite la fatiga que le ocasionaría el discutirlo.
6. Utilice las frases: «así soy», «así es mi carácter», «eso déjalo para los que no han logrado lo que yo», «cursitos ¿yo?», son un buen escudo para que no nos saquen de nuestra zona de comodidad ¡tan bien ganada! Y es una manera rápida de quitarse a esos pesados.
7. No se actualice, lo logrado por Ud. difícilmente lo superarán. No tiene sentido, por ejemplo, aprender computadoras, cambian frecuentemente. Lo de su profesión nadie lo sabe mejor que Ud. ¡hasta un libro podría escribir, si quisiera!
8. Encuentre a un culpable de por qué no salen las cosas: le podemos dar algunos ejemplos: el clima, el horóscopo, las fases de la luna, los resultados de su equipo favorito, esos empleadillos que siempre quieren innovar, su esposa, su suegra etc., etc.
9. Siga la rutina de siempre. Aquello de que «el que hace o que siempre hace, obtiene lo que siempre obtiene o menos» le da la razón. Ud. ya está satisfecho, formado, completo, realizado.
10. Deje la constancia para los jovencitos, Ud. ya logró algo. Desee el lujo de dejar cosas sin terminar.
11. Haga lo que más le guste, no lo que se tiene que hacer, demasiados problemas tiene la vida, como para no hacer lo que más nos atrae. Hay que ser auténticos, haga las cosas cuando lo nazcan.
12. Siéntese a contemplar sus logros, conforme vaya viendo que otros lo superan, no se angustie, son otros tiempos, los de Ud. han sido los mejores, Ud. ya hizo lo que tenía que hacer y si lo separan de su empresa, que bueno que deja esa empresa llena de mediocres que no supieron entenderlo, ellos se lo pierden.
José Luís Castañeda Lerma
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