Hemos recibido algunas preguntas y comentarios sobre el artículo anterior sobre el tema del Mobbing o acoso moral. ¿Que cosas concretas lo pueden definir?, de los mismos correos que se han recibido extraemos las características siguientes:

• Cuando el jefe se dirige a el lo hace de una manera hostil o grosera

• Se busca la manera de que no hable con sus compañeros

• Sus preguntas quedan si responder

• Se crea un mal ambiente a su alrededor

• Se le excluye de las fiestas organizadas por la empresa

• Los compañeros evitan trabajar junto a la persona

• Suele ponérsele en situaciones en las que se pueda alterar

• Se hacen comentarios un tanto maliciosos de la persona, pudiendo caer en la calumnia

• Sus propuestas son rechazadas de continuo y sin explicaciones

• Suele ridiculizarse su aspecto físico

• Los subordinados tienden a desobedecer sus órdenes

• En ocasiones se le responsabiliza por errores cometidos por los demás

• Se le dan informaciones erróneas

• Se le niega la posibilidad de asistir a cursos a los que asisten sus colegas

• Se le asignan tareas para las que debe depender siempre de alguien

• Es controlado y vigilado de forma casi militar.

• Se cambia su mesa de sitio sin previo aviso

• Su trabajo es manipulado para dañarle

• Se abre su correspondencia y/o correo electrónico

¿Donde se origina?

El daño que se le hace a una persona aplicando este tipo de acoso es altamente perjudicial. El origen, sin pretender ser simplistas: Falta de Formación Humana, Desconocimiento de aspectos éticos, falta de madurez de las personas acosadoras, que desconocen los fundamentos de la persona. En ocasiones se actúa más por ignorancia que por malicia y siempre hay alguien que origina todo.

El chismorrerío, la calumnia y la trapisonda son herramientas con las que actúa una persona insegura. Esta inseguridad se encuentra en la falta de conocimiento de lo que es la madurez y las ventajas que trae el luchar por lograrla (la madurez no se obtiene por la edad, desafortunadamente, hay jóvenes maduros y viejos inmaduros).

Desconocimiento de que la rentabilidad de una empresa tiene mucho que ver con el rendimiento de la persona, y mientras se encuentra bajo acoso, hay pérdida y por lo tanto falta de rentabilidad. A final de cuenta desubicación.

Si una de las funciones de cualquier persona que haga cabeza - lo hemos escrito infinidad de veces- es “lograr que todos sus colaboradores tengan lo necesario para hacer bien su trabajo” el evitar el acoso moral se convierte en parte de esta definición, a menos –no quiero ni pensarlo- sea el mismo jefe el que inicia todo. De ser así ¡Pobre empresa!

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