logoP31

Líderes en formación de líderes desde 1992

Cuando surge una contrariedad, aparecen al mismo tiempo dos factores: el problema mismo y los sentimientos que nos produce.

El problema en sí mismo, puede que no sea tan agobiante como lo es aquello que nos hace sentir.

Pongo un par de ejemplos:

Tu jefe te llama para preguntar por unos resultados que no le cuadran. Tú aceptas, al revisarlos se dan cuenta de que están mal. El te dice que pongas más profesionalismo en tu trabajo.

El sentimiento que surge ante el comentario que te hacen, puede ser de vergüenza, de enojo, Y la imaginación comienza a hacer de las suyas y te preguntarás ¿por qué me dice que hay que ser más profesional? Si es la primera vez que me sucede esto. ¿Quién lo habrá hecho enojar?

Luego llegarán las justificaciones internas: ¿por qué no me felicita cuando hago las cosas bien? ¿Querrá tomar esto como excusa para despedirme? Y la imaginación y los sentimientos que van surgiendo comenzarán a entrelazarse y crecer como bola de nieve.

El asunto es que el problema se resolverá haciendo los ajustes necesarios y ya. Sin embargo lo que se siente va creciendo y nos olvidamos ¡del problema!

Otro ejemplo

Tu pareja al estarse vistiendo, descubre que la raya del pantalón está chueca y te dice: “Cariño, el pantalón está mal planchado. No se si recuerdas que te dije que hoy tenía una presentación muy importante”. Contestas de inmediato: “Siempre sales con lo mismo, pues llévaselo a tu mamá, si no te gusta como lo hago”.

En este caso el problema se ha personalizado, surge el sentimiento de enojo, de frustración, de orgullo herido y lo peor de todo el generalizar las cosas: “siempre sales con lo mismo” cuando posiblemente es la primera vez que te lo dicen. El asunto es que tu pareja se va con el pantalón mal planchado.

Dimensionar el problema, quiere decir centrarlo, verlo objetivamente y detener a la imaginación y sentimientos que normalmente agrandan las cosas.

Factores que hacen que el problema se sobre dimensione:

1.Sentimientos que opacan la realidad: recuerda que problema y cómo te sientes ante él son cosas diferentes, lo primero es atacar el problema y luego resolver lo que sientes

2.Falta de objetividad: ¿Cuál es el problema? ¿realmente lo es? ¿es grande o pequeño? ¿me toca resolverlo o no?

3.Generalizar, tratar de evitar palabras como “siempre, nunca, todos, ninguno, eres, etc.” Son adjetivos que agrandan cualquier cosa

4.Discusiones, evitar,  una vez descubierto el problema, discutir sobre él, si se puede resolver inténtalo de inmediato.

5.Reconoce cuando tu orgullo está herido: No te justifiques, que es la tendencia más natural ante algo que se ha hecho mal. Aprende a reconocer cómo reaccionas cuando te “duele el orgullo” y reacciona, no hayhumano que no se equivoque, aunque trata de no hacerlo con mucha frecuencia.

6.Si notas que afloran sentimientos, tranquilízalos. Espera un poco de tiempo para argumentar de ser necesario.

7.Buscar culpables: a lo mejor los hay, pero el error está frente a ti y seguramente requiere de acción, entonces ¡actúa! Y después investiga, ¡ayuda tanto!

 

Sentir, es muy propio de los seres humanos, desafortunadamente y por falta de empatía, solamente tomamos en cuenta los sentimientos propios.

 

José Luis Castañeda Lerma