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Actitudes que los jefes detestan de  sus empleados

Frecuentemente en estas lecturas breves, hemos escrito sobre lo que debe ser un buen jefe y lo que se debe evitar en sus actitudes. Algunos de nuestros lectores suelen renviar este tipo de boletines a sus superiores.

En mi experiencia y con conversaciones con algunos buenos gerentes, también hay una serie de actitudes que se agradecen cuando se encuentran en los empleados.

A continuación y sin ser exhaustivos ponemos algunas actitudes que todo buen empleado debe evitar, para que su jefe pueda ejercer mejor su trabajo.

  1. 1.Excusarse con mucha frecuencia:

Normalmente una escusa, lleva de por medio una intención de defenderse sobre algo que se debió hacer y que no se logró, posiblemente por falta de atención o responsabilidad.

Es un hábito que molesta bastante a cualquier jefe.

"No tuve listo el informe, porque mi bebé me mancho la ropa al salir de casa y tuve que regresar a cambiarme"

Nadie duda de lo que estás afirmando, pero en la mente del jefe quedaría de la siguiente forma: "no es mi culpa, mi bebé me quita toda responsabilidad". Sin embargo a los ojos del jefe, no estuvo el informe.

Hay que saber diferenciar entre una explicación y una excusa. Esta última se usa normalmente para evitar ser culpado; la primera brinda claridad sobre la confusión. Cuando se dan demasiados detalles en una excusa, en el fondo lo que se pretende es confundir y esconder la parte de responsabilidad que te toca.

 Puedes salir, aparentemente, de un atolladero, pero tarde o temprano tu credibilidad irá disminuyendo.

  1. 2.Quejarse

Si quejarse resolviera problemas, éstos ya no existirían. Normalmente refleja un poco o un mucho de falta de fortaleza interior y además puede inyectar algo de pesimismo para las personas alrededor.

Los jefes ya saben, que el trabajo puede ser tedioso en más de una ocasión. Saben que los empleados se cansan. Conocen, porque lo sienten, los rigores del clima.

Entonces, ¿por qué decir que te aburres? ¿qué estás cansado? ¿O que hace calor, o que no dormiste, o lo que sea que suene en tono de queja?.

Habría que preguntarse, que es lo que resuelve una queja en el trabajo, además de malestar a quienes lo oyen.

El mismo tono de voz que se utiliza al quejarse, hace que hasta de recordarlo se comience a producir cierto fastidio en los demás. ¡Es hartante!

Lo sabes bien, oír quejas cansa y mucho. Se fuerte y ¡aguántate!

  1. 3.Tener poca iniciativa…o excesiva

No esperes que el jefe te diga lo que hay que hacer, el noventa por ciento de tus actividades las conoces bien.

A pocos jefes les gusta tener que estar diciendo con frecuencia que es lo que tienes que hacer. O como debes hacerlo. Para algunos es pérdida de tiempo, un tanto cansado y lo peor de todo es que, al actuar de esta manera, haces que se pierda confianza en tus habilidades

Hay ocasiones en que el ritmo de trabajo baja un poco, no esperes que te digan como aprovechar esos ratos tan escasos. Los jefes aprecian mucho el darse cuenta de que sabes aprovechar el tiempo

Por otro lado, debes tener cuidado de demostrar iniciativa en exceso. Espero que recuerdes que hay un refrán que dice: “cuídate de los tontos con iniciativa”.

No quiere decir que hay que quitar el hombro o no decir que puedes hacer más, es en concreto no aventurarte a hacer aquello que no sabes, poner detalles innecesarios o hacer tareas que no se requieren.

Recuerda que la buena política de una empresa es no saltarse jerarquías, cuando en ocasiones vas más allá de tu deber, puedes pisar a alguno… y a lo mejor lo haces con tu jefe.

 

Continuará…

 

José Luis Castañeda Lerma


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