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Líderes en formación de líderes desde 1992

Es bueno recordar, que la confianza basada en la veracidad es un elemento esencial de liderazgo. Nadie se adhiere a un proyecto si no se confía en la persona que lo propone.

Hay personas, jefes que no le dan importancia, a esas “mentirijillas” que en ocasiones se dicen por mil razones. El liderazgo eficaz, que es aquel que consigue sus objetivos tomando en cuenta a la gente que trabaja con él, requiere de una persona con fortaleza moral.

Cuando creemos en alguien suponemos que actuará confiada y honestamente. También suponemos que no tomará ventaja de nuestra confianza.

Parte de las tareas de líder han sido y continúan siendo trabajar con gente para encontrar y resolver problemas. La gente no le gusta seguir a alguien al que percibe deshonesto o que pretende tomar ventaja de ellos.

En la mayoría de las encuestas de clima laboral, la confianza en el líder aparece siempre en los primeros lugares.

En estos tiempos de inestabilidad y cambios, que caracterizan la época en que estamos viviendo, la gente busca relaciones que le ayuden a encontrar cierta estabilidad, y la calidad de estas relaciones está fuertemente determinada por el nivel de confianza. Para ser efectivos en el trabajo, se requiere confiar en los seguidores y estos en su líder.

A continuación, se repasan algunas actitudes que se deben tener para crecer en confianza con nuestra gente. Aclaro, que desgraciadamente, cuando se pierde la credibilidad, es muy difícil recomponerla.

Decir la verdad: la verdad es una parte esencial de la integridad. Cuando se miente y se es descubierto la habilidad para ganar y mantener la confianza disminuye. En general, se tolera poco la mentira, en el fondo porque es un insulto a la inteligencia.

Dígase la verdad, aunque ésta sea motivo de escándalo, afirmaba San Jerónimo. Habrá ocasiones que creamos tener razón para mentir, pero hay que aclarar, que nunca hay una razón suficiente, para engañar.

Cumple lo que prometes: piensa un poco, antes de hacer una promesa. Si la haces, haz todo lo que está en tus manos para cumplirla. La frustración que se sufre cuando se espera algo y no se cumple es grande; recuerda las veces que eso te ha pasado. Si no puedes cumplir lo prometido, se honesto y explica por qué no lo hiciste.

Demuestra consistencia: normalmente nos gusta la predictibilidad; la desconfianza surge cuando no se sabe que esperar. Deja que tus valores y creencias te guíen, si éstas son pocas, no importa, úsalas.

Guarda las confidencias: las personas valoramos mucho la virtud de la discreción, tu gente necesita asegurarse de que no discutirás sus confidencias con otras personas o que traicionarás esa confianza. Si se requiere usar alguna información que te han dicho confidencialmente, pide permiso al interesado.

Comparte lo que sientes: la gente sabe que eres humano, que tiene sentimientos, que en esta vida no todo son hechos. Cuando compartes tus sentimientos la gente te ve más humano y accesible.

Desafortunadamente muy poco se puede hacer cuando un grupo pierde la confianza en su líder. Pero como todo en esta vida, es bueno recomenzar a recuperarla con hechos concretos. Será difícil, pero hay que intentarlo.

 

José Luis Castañeda Lerma