Principios básicos que se olvidan y hacen perder efectividad en la empresa

 

Unidad de mando: todo colaborador debe estar ligado directamente a un y solo un jefe. Cuidado con los vacíos de poder.

 

 

Hay actitudes que, sin querer, se meten en toda empresa o grupo de trabajo y que pueden resultar nefastas para la productividad.

 

En la experiencia personal seguramente hemos vivido el tener que reportarle a dos personas, sobre el mismo trabajo; recibir indicaciones diferentes de parte de nuestro jefe y de alguno más con jerarquía dentro de la empresa.

 

El que tiene dos líneas de mando puede terminar vuelto loco con indicaciones y contraindicaciones y quien sale perdiendo es la misma empresa que se traduce en pérdida de tiempo y productividad.

 

Los que mandan, pueden terminar enfrentados uno contra el otro y lo más probable es que ninguno consiga nada.

 

Sucedió en una empresa y me tocó verlo en una visita. Recorríamos la línea de trabajo acompañados por la persona de recursos humanos que entre sus funciones tenía la de auditor de normas de ISO 9000. En cierto punto de nuestro recorrido se dio cuenta que una persona no estaba haciendo las cosas de acuerdo a los procedimientos del manual de calidad y se detuvo para hacerlo notar de una manera amable.

 

El operador, con cierta molestia le comentó: vino el supervisor y me dijo que se perdía tiempo si hacía las cosas de acuerdo a procedimientos, después vino el jefe de línea y se le ocurrió este método que estoy usando y ahora viene usted y me dice que lo haga de acuerdo al procedimiento ¿a quién le hago caso? La persona de recursos humanos le hizo ver que si en ese momento se le auditaba la harían una inconformidad mayor.

 

El operador, por la tarde, se presentó con la persona de recursos humanos y le dijo que lo habían regañado tres veces en ese día y que él seguía igual de desorientado, sin saber a quine hacerle caso. Lo peor sucedió al siguiente día: el supervisor le recomendó el método que había sugerido el jefe de línea, este le dijo que le hiciera caso al procedimiento y el de recursos humanos le recomendó que le hiciera caso a sus jefes.

 

Nunca pensé que hubiera habido malicia por parte de ninguno, sino que simplemente se les había olvidado un principio fundamental de primer año en cualquier carrera: cada subordinado debe ser responsable directamente a un solo superior y cada superior tiene poder indivisible sobre cada subordinado.

 

En pocas palabras si no se quiere tener vacío de poder, esto es gente que termina no haciéndole caso a nadie, se debe tener este principio en cuenta.

 

Entendemos que en la dinámica de las empresas todos queremos participar en todo, por el principio llamado de unidad de objetivos. Pero todas las órdenes y comunicación entre subordinados y superiores debe ser transmitida                           a través de las líneas formales de autoridad, sin permitir otro tipo de personas intervengan.

 

A pesar de que los contactos informales que se dan en las relaciones entre departamentos, de acuerdo a los procedimientos establecidos, no violan el principio de unidad de mando, atentan contra el ejercicio de autoridad puesto que este tipo de comentarios lo violan.

 

En pocas palabras, la autoridad debe ser ejercitada solo a través de los canales formales, y a pesar de que otra persona pueda tener contactos originados por los procedimientos con otras personas que no sean de su área, no se debe ejercitar autoridad sobre estos empleados, si es que se quieren tener los resultados adecuados.

 

Principio básico, que suele desmoronarse por no tener cuidado. Si no queremos provocar vacío de poder.

 

Nos comentaba un empleado: mi jefe me dice una cosa, su jefe me pide cosas diferentes y yo...termino por no hacer nada y ellos terminan discutiendo.

José Luis Castañeda Lerma

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