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Líderes en formación de líderes desde 1992

Lunes: Ayer me dormí temprano, me sentía un poco nervioso por ser hoy mi primer día de trabajo en la planta. Me veía ya en la línea trabajando y conociendo a mi jefe y a mis nuevos compañeros. Se asemejaba al primer día de clases cuando iba a la escuela.

Llegué temprano y como dicen “motivado”; me metieron al aula de entrenamiento y esperamos como media hora a que llegara la instructora. Es guapa y antes de comenzar entraba y salía como si se le hubiera olvidado alguna cosa.

Nos recibió con una buena cantidad de papeles que eran el reglamento interior y los valores de la empresa. Nos dijo amablemente: “los dejo tres horas para que los lean y regreso por si tienen alguna duda”. Cuando regresó nos dijo que era la hora de comer y nos llevó al comedor.

Después de comer nos dio un paseo por la planta y nos dejó a cada uno en el lugar donde laboraríamos.

Se ve que hay mucho “jale”, porque nadie se nos acercó y ahí nos quedamos viendo lo que hacían nuestros compañeros; andaban un poco apurados y a mí me daba pena no poderles ayudar. De hecho me ofrecí, pero me veían y se reían. Así concluyó mi primer día de trabajo.

Llegué a la casa y me puse a releer los documentos que nos habían dado.

Martes: venía nuevamente motivado, pero ahora nos volvieron a detener en la misma aula y lo que nos entregaron fueron unos procedimientos con unas fotos que decía “ayudas visuales”, había una buena cantidad de palabras que no logré entender, como “fixture”, la “placa RH-23x”, “la Ola” etc. Cuando me dispuse a preguntar me dijeron que ya lo entendería en la práctica. Hora de comida, recorrido y nos volvieron a dejar en el lugar en que trabajaremos no sé qué día, supongo que mañana.

Miércoles: nueva reunión en el aula. Ahora es la historia de la compañía. Nos pusieron, para conocer mejor a la empresa y su importancia, un video donde salía mucha gente sonriente, pero recordando los dos días anteriores, no vi mucha gente tan risueña cuando recorrimos la planta. A lo mejor ese día no había tanto “jale”.

Por la tarde lo de siempre, comida y dejarnos en el lugar de trabajo. Se me acercó una persona con la que voy a trabajar y me preguntó: ¿tú eres el nuevo?. Se lo afirmé, me dijo entonces “toma en cuenta esta regla que te voy a dar –y continuó- no le eches muchas ganas, si trabajas bien te darán más trabajo y si no terminas, te vendrán a ayudar” Me explicó rápidamente lo que hacía y me dijo “inténtalo con esos prototipos” Terminé muy rápido, era sencillo lo que me dieron, sin embargo Jorge mi nuevo compañero me dijo “no tan aprisa”.

Jueves: ahora si me enviaron directamente al lugar de trabajo, mi compañero aún no llegaba, cuando repentinamente llegó una persona y me soltó una bronca por algo que él llamaba “rechazos” o algo así. No paraba de hablar y de gritarme.

Repentinamente se detuvo y me preguntó “Eres el nuevo, ¿verdad?” afirme con la cabeza, me sentía humillado, continuó “yo soy tu jefe” y cuando llegue Jorge dile que me vaya a ver”

Se me acercó una chica de la otra línea y me dijo “no te preocupes siempre grita así” le contesté, pero me faltó el respeto a lo que contestó “acostúmbrate, no creo que vaya a cambiar”.

Me sentí impotente y dolido. A mediodía se me quitó porque nos llamaron para darnos una tarjeta para poder cobrar en el cajero. No entendí nada, así que me fui al cajero y le pregunté a quien venía atrás lo que debería de hacer.

Viernes: Tuve dudas con lo que me pagaron ayer. Acudí a donde me dijeron que fuera a preguntar y me aclararon que ese tipo de reclamos se llevaban a cabo de 13.00 a 14.00. Me fui a mi lugar de trabajo y llegó el que se dijo mi jefe a preguntarme que si había aprendido ya la operación, porque la semana siguiente iba a haber mucho trabajo y que requería que no hubiera errores, no dejó contestarle nada, traía prisa.

A la una le dije a Jorge que tenía que ir a ver lo de mi sueldo, pero me negó el permiso diciendo que había que terminar el lote que teníamos. En ese instante se detuvo y me dijo “Nuevo, ¿cómo te llamas?”.

Lunes: No me atendieron con lo de mi sueldo, me dijeron que lo viera con mi jefe. Intenté hacerlo, pero me dijo mientras caminaba por el pasillo, que lo veríamos más tarde, volvió a preguntarme “eres el nuevo ¿Verdad?

Martes: hoy no iré a trabajar, el nuevo ha decidido ir por su “finiquito” el viernes, en el horario que tienen para atender estos asuntos.

Viernes: la cola era larga, varios de los que entramos a la planta hace una semana estábamos esperando que nos finiquitaran. Vimos a los que iban a entrar y comentamos “Ahí van los nuevos”

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