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Líderes en formación de líderes desde 1992

Lo normal es que estos surjan a lo largo del día y todos los días. Lo interesante es saber su raíz, detectarlos y ¡Por supuesto! Resolverlos.
De ordinario podríamos clasificarlos, de una manera tentativa y que no los agota, de la siguiente forma:
              Metas y horizontes de tiempo incompatible
              Sobreimposición de poder
              Interdependencia en tareas
              Sistema de evaluación y recompensas  injusto
              Escases de recursos
              Mentiras
              Interpersonales
 Comencemos con el primero:
 
Metas y horizontes de tiempo incompatible
 
Antes que nada debemos recordar que la meta objetiva de la empresa es la rentabilidad. Cualquier objetivo que se aleje de ésta, pierde su esencia. Quienquiera en la empresa, que se proponga cosas que no se enfoquen en ser rentables, se está saliendo del mismo sistema.
 
Ahora bien, hay metas que aparentemente se contraponen. Normalmente serán por la prioridad que se le quiera asignar a alguna actividad, o por la importancia que en ocasiones le pone tu jefe a sus decisiones.
 
“No me importa qué estés haciendo necesito el reporte de producción de inmediato” te lo dicen mientras estás resolviendo un problema inesperado que ha parado tu departamento o línea de trabajo.
 
Tu jefe tiene un objetivo y tú tienes otro muy diferente.
 
Aquí se debe de preguntar que es más rentable para le empresa y buscar que la respuesta sea objetiva.
 
Seguramente, al leer lo anterior, pasará por tu cabeza que con tu jefe, cuando se pone en ese plan, nada se puede hacer. En este caso el problema se iría a la categoría de conflictos interpersonales, del que hablaremos más adelante.
 
Las respuestas que se le den a las siguientes preguntas ¿qué es más rentable para la empresa? O ¿Qué es lo que más conviene hacer para el beneficio de la compañía? Llevan a determinar prioridades y a ceder quien tenga que ceder.
 
Cuando se presentan este tipo de situaciones, es conveniente saber ceder ante la respuesta sobre la rentabilidad. Se requiere ser flexibles y saber abandonar aquello en lo que se trabaja, buscando esa rentabilidad tan comentada.
 
Si es tu jefe quien te saca de tu planeación, te tocará ser asertivo y hacer ver tus puntos de vista, por ejemplo “si detengo la producción, el pedido se retrasará, además no tengo el personal completo para continuar más tarde”. Haces notar tus puntos de vista objetivos y pides que quien resuelva sea tu jefe, una vez que lo haya hecho, pues habrá que hacerlo, tomando en cuenta que la perspectiva laboral de tu jefe es más amplia que la tuya.
 
Si eres jefe, recuerda que tus empleados saben mejor que tú lo que sucede en su departamento, por lo que habrá que oírlos y valorar sus opiniones. Recuerda que ceder ante lo objetivo, no deteriora tu posible liderazgo.
 
El problema más común se da al poner plazos para lo que se requiere: “Lo quiero para ayer” se suele decir sin tomar en cuenta lo que esté haciendo la otra persona. La manera de resolverlo es muy parecida a lo escrito en párrafos anteriores. Recuerda que la asertividad requiere defender tus derechos… tomando en cuenta los derechos de los demás.
 
Cuando lo que se busca es la rentabilidad, único fin de toda empresa, este tipo de conflictos se superan.
 
Continuaremos más adelante con este artículo, respetamos las características de todos nuestros artículos: brevedad.
 

José Luis Castañeda Lerma
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