«No es falta de interés, es sobra de agobio, inquietud y un poco de desorientación» De esta manera comenzaba el cuerpo del correo electrónico de Héctor, que estaba en mi bandeja de entrada.

Continuaba: «Imagínate: una junta de staff, otra con mi personal, por la tarde otra con el corporativo. A esto añádele: cuatro personas que acaban de ingresar en mi área, planeación de la producción para esta semana, el scorecard, análisis de reportes de la semana pasada y toma de decisiones; dos evaluaciones de personal que me reportan directamente, correos electrónicos que llegan incesantemente y que requieren respuesta…» Y el cuerpo del correo seguía con más actividades, que Héctor continuaba mencionando. Terminaba diciendo «Con todo esto a veces me da la impresión de que pierdo el rumbo, termino por no diferenciar lo importante de lo secundario. De ahí el agobio, mi mal humor y la desorientación».

Cuando todo es importante, surge una especie de parálisis interna de no saber dónde comenzar. Esto afecta a la persona que lo sufre no solo en su labor profesional sino en toda ella y en su entorno.

En el momento que se acumulan tantas cosas que parecen igualmente importantes, se requiere de un especie de “faro” que lleve a lleve a puerto seguro.

Es muy lógico que se pierda rumbo, cuando se tienen tantas cosas por hacer y que deben tener un orden, una priorización.

Cuando surge este tipo de situaciones, lo más sencillo es dejarse llevar por el agobio y tratar de ser eficientes, pero termina por volvernos poco eficaces. El agobio, el estrés y el mal humor consecuente, impiden el logro de la eficacia.

De verdad que comprendo a Héctor y su sensación de desubicación en la empresa, hay una pregunta que determina el enfoque o desenfoque de las personas en las empresas, el caso de esta persona no es único. La pregunta es: ¿Qué es lo más rentable para la empresa, si ésta fuera mía?

Le llamamos la pregunta “faro” porque ante ella las cosas y actividades comienzan a quedar en el lugar que deben tener.

Parece sencillo, pero la respuesta a la pregunta requiere de conceptos, como la rentabilidad, eficacia, eficiencia, prestigio profesional, confianza, liderazgo etc. Que no se encuentra, en ocasiones en el actuar de los mandos medios.

Cuidar el mantenimiento y tener en cuenta el desgaste de una máquina, es algo fácil de ver, porque, esta o funciona o deja de hacerlo. Pero ¿las personas?

Una persona puede desgastarse –el desgasto es poco rentable- y no darnos cuenta que se comienza a hundir. Algunas, pedirán ayuda, otras acumularán tensión.

En situaciones de agobio, lo que se tiene que hacer es comenzar por aquellas actividades que son más rentables para la empresa –que no necesariamente son las que más nos gustan hacer-Esto es lo que no vuelve eficaces, que en su acepción más sencilla es ”hacer lo correcto” y hacer lo correcto es buscar lo que es más rentable.

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