logoP31

Líderes en formación de líderes desde 1992

 

Aunque también podríamos incluir en esta pregunta segmentándola un poco ¿qué hace grande tu gerencia, o departamento a área?

En ocasiones pensamos que es la maquinaria o herramienta que se usa. Otras, que esté bien organizada por medio de controles KPI´s, métodos y procedimientos etc. O bien, procedimientos que permitan una producción dinámica y efectiva.

Cualquiera de las acciones o elementos que mencionamos anteriormente son importantes y ayudan en la rentabilidad de la empresa. No podrían dejarse de lado.

Sin embargo, para que todo eso funcione, debemos reconocer la importancia de las personas que utilizan esas herramientas o ayudan para que los indicadores de productividad se logren.

Son las personas de cada área o empresa sobre las que recaen todo lo planeado. Tener empleados conscientes y leales, hace que todo lo planeado se lleve a efecto o deje de hacerse.

Es en el concepto que se tiene del propio trabajo lo que logra el éxito o fracaso de una empresa. Una persona que ha descubierto la satisfacción del deber cumplido, que es algo bien personal, contribuye a la rentabilidad de la empresa de manera eficaz.

Cuando un jefe es una persona inmadura -egoísta, desleal, deshonesto, que busca sus propios intereses, abusador, etc.- difícilmente logrará que su gente se adhiera a las indicaciones que dé, independientemente de que tenga doctorados, maestrías etc.

Podrá hacer excelentes métodos o procedimientos de trabajo, pero tendrá que aprender que, para dirigir personal, se requiere empatía, tomarles en cuenta, mostrar lealtad a la empresa y a su misma gente.

La grandeza o pobreza de una empresa, estará en la madurez de las personas, tanto en los líderes como en todos los demás.

Sobran ejemplos de empresas que en momentos críticos salen adelante cuando toman en cuenta a su personal. Cuando han invertido no solo en capacitación técnica -que es muy necesaria- sino en hacer mejor personas a sus líderes y a su gente.

Es lógico que cuando una máquina se descompone o un proceso deja de funcionar, su arreglo se convierta en algo prioritario, pero cuándo se descomponen las personas ¿qué? Un mal liderazgo es difícil de cuantificar, quienes lo sufren son sus seguidores porque lo viven directamente.

Un mal liderazgo, por ejemplo, genera rebeldía en las personas y la reacción puede ser contra el líder mismo y por ende contra la empresa con todo y sus métodos y procedimientos por buenos que sean. Entonces la pobreza de ese departamento estará en una persona: el jefe.

En ocasiones pensamos que el personal que trabaja con nosotros conoce el valor de vivir la honestidad, la lealtad, la sinceridad, el optimismo, la resiliencia, etc. Y verdaderamente tendríamos un equipo altamente productivo viviendo esas virtudes. Pero no es así, hay que enseñarles en la teoría y en la práctica el valor que tienen y la manera de vivirlas, esto es formación.

Sin pretender alargarnos más, podemos concluir que la empresa es grande o pequeña basados en primer lugar en la grandeza o pequeñez de los líderes que de manera directa influyen en la grandeza o pequeñez de sus empleados.

Invertir en formación de nuestro personal, es darle importancia a lo que verdaderamente lo tiene.

 

José Luis Castañeda Lerma