logoP31

Líderes en formación de líderes desde 1992

 Sucedió en un seminario reciente: al exponer que a las personas se les llega por la razón, esto es que deben asimilar y encontrar el valor de lo que se les propone, para lograr un compromiso más coherente. Saltó una de las jefas un poco escandalizada diciendo que no se puede tener tiempo para razonar con sus “subordinados”, que habrá gente con la que se tenga que razonar y otros con los que no vale la pena. Como si hubiera clasificación de personas a, b, y c – en lo personal me recordó aquel cuestionamiento histórico, en el que los conquistadores españoles se preguntaban si el indio tenia alma o no, en este caso se asemeja a preguntarse si el operador es ser humano de primera categoría o lo podemos poner en alguna otra (?)-

Se le comentó que ninguna persona puede considerarse como “modulo funcional intercambiable”, que en el momento en que no funciona, se cambia por otra y ya. Que las personas, por el hecho de serlo tienen una misma dignidad y que el razonamiento es la única manera de conseguir compromiso y hacer responsable a los colaboradores. No lo acepto del todo, no por falta de razones, sino por postura. Alguien se aventuró a afirmar: “si no se entiende la intrategia, difícilmente se pueden obtener los resultados de rentabilidad en la empresa”. ¡Cuanta razón hay en ello!

Todos conocemos, porque la vivimos y construimos, lo que es la estrategia, misma que nos acerca a las acciones que se deben tener para conseguir los beneficios de la empresa. La intrategia es “el estudio del entorno y de los procesos internos de una empresa, un área o un departamento, para incrementar el nivel de compromiso y de confianza de la gente con la empresa”.

Todas las empresas, áreas o departamentos deben de buscar la rentabilidad (estructurar estrategias) pero saben que sin el compromiso y la confianza en la empresa (intrategia) es difícil de conseguir. Ambas deben estar bien alineadas.

Si por alguna razón considera a mis empleados, como “obedientes hacedores de tareas” difícilmente se puede hablar de compromiso y confianza.

Solo se compromete con aquello que se conoce, que se le encuentra un valor y de lo que se está convencido. Solo se encuentra confianza en una empresa cuando hay credibilidad en quienes hacen cabeza, credibilidad basada en la congruencia entre lo que se hace y se dice.

Afirma Pablo Cardona “los líderes necesitan la confianza de sus seguidores para llevar a cabo transformaciones o cambios en las organizaciones. Un clima de confianza entre los miembros de una organización fomenta la cooperación y la colaboración, hace posible que los empleados expresen sus ideas y compartan con otros los recursos y el conocimiento. Todo esto se traduce en mayor satisfacción, mayor compromiso organizacional y mayor rendimiento”[1].

Entre mayor identificación se encuentre entre el colaborador y el jefe, mayor será la confianza. Ahora bien esa identificación, solo puede darse en lo que es común y asequible como personas: las virtudes y los valores.

La intrategia potencia en su fundamento todo tipo de estrategia. Volviendo a la anécdota del comienzo, ¿Cómo se puede lograr esa confianza y compromiso, si solo se dan órdenes y por el mismo concepto que se tiene de persona, no se toman en cuenta ideas, razonamientos etc.? Alguien le comentó a esta alumna, “no me gustaría trabajar en tu equipo, me sentiría poco comprometido, puesto que lo único que predominarían serían tus ideas y me empobrecerías como persona y a la empresa también”.

José Luis Castañeda Lerma

###BLANK###