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Líderes en formación de líderes desde 1992

Cuentan de una cantante de ópera, que al llegar al ensayo, deberían estar todos y no hacerla esperar. Por otro lado ella llegaba tarde y había que esperarla. El clima del escenario debería de estar a determinada temperatura y debería haber una determinada marca de vino con cosecha específica. El agua que usaba debía de ser de una marca determinada y guardar, también, la temperatura adecuada.

El vestuario debería ser de determinadas telas y mientras se ensayara nadie podría hablar y el director debería usar guantes blancos. De faltar cualquiera de estas cosas, no ensayaba y se corría el riesgo de que no se presentara en la función. Sus gritos y aspavientos son históricos.

Obviamente que se le pasaba todo lo que hacía porque cantaba muy bien, sólo había dos directores que sabían ponerla en su lugar.

Me explico, no es que tengas a una “prima donna” en el sentido estricto de la palabra, pero es probable que exista en tu departamento o área una persona que se comporta así.

Son personas que se creen las más valiosas para la empresa y que por ende se les debe de dar todo tipo de pleitesía o de otra manera nos arman un “berrinche” mayúsculo. Como los niños que hacen pataleta si no les das lo que quieren en el momento que lo piden

Personas que su ego está siempre encima de las metas de la empresa. Que están dispuestas a hacerse notar siempre. Que quieren decir la última palabra en toda ocasión. Que se sienten si lo que les pides o dices no está en un tono adecuado. Que pretenden tener la razón aunque no la tengan.

Gritan y si les llamas la atención, dejan de comunicarse contigo, te dejan de hablar para que se note que no están de acuerdo. Si su trabajo, en algún momento cobra mucha importancia, la gente que las trata termina por doblarse a sus exigencias.

Tienen excusa para todo, nunca son culpables de nada. Si los acorralas con evidencia se evaden por otros rumbos. Les suele costar pedir disculpas ¡ellos nunca se equivocan!

Se sienten lastimados ante cualquier insinuación sobre su trabajo cuando lo hacen mal o dejan de hacerlo.

Podríamos seguir enumerando una serie de actitudes negativas de este tipo de personas, no es el caso, el asunto es que hacer cuando se tiene una de ellas o ellos cerca de ti.

Trata de ser asertivo, firme, seguro, cuando vayas a tratar algo con ellos. Trata de llevar evidencia, no digas “has llegado tarde” cámbialo por “llegaste a las 8.30 el lunes”. Cuando preguntas, trata de que no se salgan del tema, céntralos a que te contesten la pregunta que hiciste. Si dejan de hablarte, permíteselos, pero pide lo que necesitas aunque no te contesten.

Trata de poner las cosas por escrito por medio de un correo electrónico; Cuando se estén excusando, mantente en silencio, déjalos que digan todo lo que quieran, con esto les permitirás que razonen. Y lo más importante, no les dejes pasar ningún error.

Qué hacer cuando la “vedete” es tu jefe, lo veremos en otro boletín.

Autor: Jose Luis Castañeda