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Líderes en formación de líderes desde 1992

Poco antes de terminar el año, chateando con un amigo, pude rescatar estos pensamientos que nos pueden venir bien a todos en esta época en que el pesimismo hace presencia con mucha facilidad.

- No tienes idea como se juega a la defensiva actualmente. Estamos esperando que algo suceda para accionar nuestras vidas. Hace poco uno de mis colaboradores me decía, “si hay recorte y me corren, pues ya veremos que hago”

- Se sorprendió un poco cuando le pregunté ¿qué haces para que no te corran? ¿Por qué juegas defensivamente? ¿Por qué no te dedicas a demostrar que no eres recortable?

- Me preguntó –continuó mi amigo- que podía hacer. Simplemente le contesté que hiciera más, que se hiciera notar como una persona que realmente le interesa su trabajo. Me comentó que lo había pensado pero que el miedo al recorte lo tenía paralizado. Que había mucho pesimismo dentro de su área y que había un ambiente de espera a la “guillotina”.

¿No será que parte de la crisis se debe a factores psicológicos? La vemos como inevitable y nos quedamos esperando que es lo que va a suceder.

Las crisis con cambios y no solo se dan en situaciones económicas como las que estamos viviendo, se deben dar en muchos momentos de nuestras vidas, incluso provocarlas.

Hace un año, Gabriel, otro amigo nuestro, llegó un día y nos dijo que el fin de semana se había planteado dejar su empresa, que se había dado cuenta que estaba gastando su vida en algo que no le gustaba hacer y que le ocasionaba tensión todos los días. Se puso más de una hora a descubrir “para que era bueno” y fueron surgiendo una serie de habilidades que tenía que le gustaba desarrollar. Ahora se encuentra en un despacho de diseño gráfico, donde no solo le va bien sino que disfruta de lo que hace.

Carlos, otra persona conocida nuestra, en la última crisis estuvo a punto de perder su empleo y se salvo auténticamente de milagro. Aprendió, su trabajo le gustaba y durante dos años se dedicó a estudiar inglés por las tardes y a presentar su examen de preparatoria en el Ceneval. Ahora se siente sólido en su empresa y jugando a la ofensiva.

En realidad una crisis siempre implica un cambio y siempre tiene dos polos o se mejora o se empeora. Le externo está fuera de nuestras manos el accionar. Pero cuánto nos afecte está dentro de nosotros.

Lo que no se puede y no se debe, es estar a la expectativa, defendiéndonos de las situaciones que se van presentando-La crisis no te quita la inteligencia ni la voluntad para actuar. Tomarla de una manera pasiva puede llevarte el desastre. Llevar la iniciativa, preparándote, formándote, haciende aun mejor las cosas, es una manera de actuar que te prepara mejor, que te saca de la lista de prescindibles y si aun así se pierde el empleo, te toma fuerte y listo para lo que sigue.

Estas crisis sacan a flote a los cobardes y pusilánimes. Y hacen notar también a los magnánimos que no se dejan vencer con estas situaciones que se repiten con cierta frecuencia en la vida.

En Fútbol, se dice que la mejor defensa es el ataque. ¡Pues a atacar esas actitudes derrotistas y pesimistas que te aflojan y que te tiran! No olvides que una buena parte de la crisis está en tu cabeza.

José Luis Castañeda Lerma

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