Nunca como en la actualidad se utiliza el término de la autoestima. Puede ser la solución a muchos de nuestros problemas, se habla de autoestima alta o baja. ¿Pero qué es la autoestima objetiva?
Según la definición de la Real Academia, la autoestima se define como: Valoración generalmente positiva de sí mismo. Como se puede ver el juicio de valor es personal.
Surge entonces una pregunta interesante, para valorar algo hay que conocerlo. ¿Qué tanto conocimiento objetivo, real, tienes de ti mismo? ¿Cuánto tiempo has dedicado a conocerte? ¡Que actualidad tiene la consigna griega del oráculo de Delfos: Conócete a ti mismo.
En uno de nuestros cursos, se hace una pregunta que ahora te la transfiero: ¿Podrías decir cinco características que no sean físicas que te identifican? Seguramente pasarán un par de minutos y no llegues a definirlas, inclusive puede que te sientas un poco molesto al hacerlo y termines por abandonarlo.
¿Como es que puedo tener una valoración positiva si me desconozco? ¡Bueno puedes disculparte afirmando que no tienes tiempo para este tipo de cuestionamientos!
Supongamos que pudiste decir las cinco características, ¿está de acuerdo contigo la persona que más te trata o conoce? Habría que preguntarle.
En la actualidad, hay libros de superación personal (?) que hacen que te repitas continuamente ¡tu vales y mucho!, por supuesto que es verdad, ¿pero que fundamentos te dan para que lo afirmes?, hay autores que en un extremo de optimismo te afirman: “Eres Dios en un cuerpo físico. (…) Eres omnipotente. Eres omnisciente. Eres inteligencia pura. Eres perfección. (…)” Yo te pregunto ¿qué más valoración positiva quieres? Lo peor de todo es que todas esas afirmaciones terminas por creértelas porque aparecen en uno de los libros que más venta tienen en la actualidad.
¿Cuál es tu realidad? Esa realidad es la medida de tu autoestima. ¿Claro que tu y yo valemos porque somos únicos! ¡Claro que valemos porque somos irrepetibles! ¡Claro que valemos porque tenemos unas características que nos hacen singulares! ¡Claro que valemos y nos sentimos seguros cuando encontramos lo que verdaderamente somos! ¡También tus defectos son parte de tu autoestima!
Habrá gente que intente que creas que eres mejor de lo que eres. Pero es mejor que, pienses, que te dediques un poco de tiempo para conocerte tal cual, sin paliativos. Esto ayudará a reforzar los aspectos positivos que tienes y a desarrollar o mejorar aquellas cosas negativas de tu vida ¡que también las tienes!
Michel Esparza afirma “Por otra parte hay enfoques del problema de la autoestima que pueden resultar nocivos, por ejemplo cuando, por miedo al sentimiento de culpabilidad, se hace creer a la gente que no tiene defectos: se les intenta inculcar autoestima a costa de la verdad sobre sí mismos. En Estados Unidos, desde hace varios decenios, se ha intentado a toda costa la autoestima de los jóvenes. Pero ¿no es mejor ayudarles a asumir la verdad sobre sí mismos? ¿De que sirve hacerles creer que son mejores de lo que son? La psicología del «ante todo, cueste lo que cueste, siéntete bien contigo mismo» dificulta la percepción de la realidad”
La frustración, es muchas veces resultado de una falsa autoestima. La autoestima real, la que valora aciertos y defectos, nos permite saber dónde estamos y hasta donde podemos llegar. Qué somos y que podemos intentar. Dedicarle tiempo a conocernos, analizarnos diariamente nos permitirá encontrar mentiras como la siguiente que se extrajo de un libro de autosuperación: “Somos seres ilimitados. No tenemos tope” o “Eres el amo del Universo”. ¡que frustrante descubrir la falsedad de tales afirmaciones si es que alguna vez las creímos.
Jose Luis Castañeda Lerma
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