logoP31

Líderes en formación de líderes desde 1992

Una persona muy querida y cercana para mí, me ha dado este consejo: repetir a lo largo del día “optimismo, optimismo optimismo”, así, tres veces.

Aunque sea la misma palabra, quiero pensar que se debe aplicar en situaciones diferentes. Me explico.

Aplicando el primer optimismo de los tres: Las circunstancias, el medio ambiente que nos rodea, la situación actual por la que estamos pasando, no son del todo manejables para nosotros. Por más negro que parezcan, la experiencia nos dice que siempre hay tiempo para la esperanza y el optimismo se debe basar, quizá, en aquel refrán tan sabio, que utilizaban nuestras abuelas: “no hay mal que dure cien años” o bien “después de la tormenta siempre viene la calma”.

Ahora, echa la memoria a volar y piensa en esas situaciones en las que pasaste por momentos graves, difíciles y que quizá, por algún instante, te pasó por la mente que eran etapas imposibles de superar. Que sentías que las fuerzas te abandonaban y que material o espiritualmente no dabas más. Situaciones de las que probablemente hubieras querido huir.

Seguramente, al igual que al autor, se te habrán venido muchos recuerdos a la mente. Son contrariedades objetivas que has superado y que ahora al revisarlas, con cierta perspectiva, quizá hasta te den un poco de risa y repitas como Molteni: detrás de las nubes, siempre estaba el sol. Hay ocasiones que nos acercamos tanto al problema que terminamos por ver solo una parte del mismo, y al ponerlo en perspectiva, alejándonos un poco, se ve con mayor lucidez todo un panorama de alternativas y soluciones. Esto me lleva a agotar el segundo Optimismo.

Los literatos del futuro reconocerán a Joan Manuel Serrat como uno de los mejores poetas del siglo XX, aunque se haya dedicado a cantar. Pues bien, me parece que tiene un verdadero himno al optimismo, pero con reflexiones profundas. Me refiero a una canción quizá poco conocida que se llama “hoy puede ser un gran día”.

Hoy puede ser un gran día; Plantéatelo así. Aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti. … Hoy puede ser un gran día, duro con él.

La letra de esta canción no pide mucho, solamente aprovechar el día de hoy. Un amigo me decía preocupado “¿tendré dinero para hacer los regalos de Navidad de mis hijos este año? Otro le contestó con cierto positivismo: “Con certeza, solamente tienes en tus manos el día de hoy y quizá no todo”.

Serrat plantea solo un día y este es hoy, no se trata de ser irresponsables con el futuro, sino saber caminar en el optimismo que da pasos de minuto en minuto, de instante en instante. Si una persona que está a punto de casarse pudiera ver todo lo que se le vendrá encima, nunca daría ese paso. O bien, si eres casado, ponte a pensar todo lo que has vivido y pregúntate: ¿hubieras sido optimista si se te hubiera permitido ver el futuro? La vida, como decíamos, se recorre viviendo lo único que tenemos en las manos: el instante presente. El optimismo vuelve a surgir al preguntarnos únicamente por nuestro hoy.

Te has demostrado que sabes superar las situaciones difíciles que se te han presentado en la vida; algunas veces, seguramente has salido un tanto raspado, pero has salido. Esa experiencia nos permite confiar en nosotros mismo y con optimismo enfrentar el futuro incierto que llegará en su momento.

Si has rezado alguna vez el Padre Nuestro, te habrás fijado que nos dice: “danos HOY, nuestro pan de cada día”, no nos enseña a pedir el pan para todo el año, ni siquiera para todo el mes, solamente nos dice que pidamos el pan de hoy.

La imaginación nos puede presentar un futuro negro, amenazante, pero recuerda que solo tenemos este instante para irlo forjando. No olvides que el futuro es incierto y que nos traerá aquello que estemos preparando hoy. Confía en tu experiencia, en tus ganas de salir adelante, en tu creatividad y saca fuerza y optimismo para enfrentar cualquier cosa que venga.

En lo personal, tengo un cuarto Optimismo: “Si Deus Nobiscum, quis contra nos?”

 

José Luis Casatañeda Lerma