En nuestro seminario de Comunicación efectiva, que ya empiezan a copiar muchos, se insiste que la base de la comunicación se centra en saber escuchar. Oír y escuchar son dos cosas diferentes: probablemente se estén oyendo las máquinas que hay en su empresa, pero en este instante no les está poniendo atención., esto es no las está escuchando. Oír es recoger las vibraciones del sonido, escuchar es darle sentido a lo que se oye. Muchos jefes oyen pero no escuchan.
La escucha debe ser activa, y es una actividad altamente valorada, por su escasez: Muchos tenemos que decir, pero pocos están dispuestos a escuchar. La demanda por ser escuchados es alta y oferta baja.
En la escucha activa, se trata de entender lo que el que habla quiere comunicar en lugar de lo que queremos entender. Se demuestra aceptación a lo que se nos dice. Se escucha objetivamente sin juzgar el contenido. Se trata de entender todo lo que la persona que habla quiere decir, poniendo nuestros cinco sentido en lo que dice.
A continuación se dan algunos tips para mejorar nuestra capacidad de escucha, que ahorra tiempo y puede llegar a crear liderazgo.
• Hacer contacto visual: recuerde que se siente cuando usted habla y su interlocutor está viendo hacia otra parte. Los ojos son el primer contacto de la comunicación.
• Evite acciones o gestos que distraen: no haga cosas que se puedan interpretar como si su mente estuviera en otro lugar; deje de mirar el reloj, usar la computadora, contestar llamadas, manejar papeles o distraerse con cualquier cosa, con estas acciones puede estar enviando la seña a su interlocutor de que se está aburrido o desinteresado. Recuerde: los cinco sentidos en toda la escucha.
• Pregunte: esto ayuda a clarificar, asegura entendimiento y le asegura al que habla que usted lo escucha.
• Afirme con su cuerpo y cara que está poniendo atención: cada vez más es conveniente aprender a manejar el lenguaje corporal. El interés se puede demostrar a través de señales no verbales. Mover la cabeza afirmativamente, usar las expresiones faciales apropiadas, apertura en general y buen contacto visual, llevan al interlocutor a sentirse escuchado
• Evite las interrumpir a su interlocutor: Deje que complete sus ideas, no trate de adelantarse. No esté pensando que es lo que le va a contestar. No trate de adivinar lo que le quieren decir. Hasta que el interlocutor termine le toca su turno.
• No hable de más: Recuerde que el silencio es oro y que no se puede hablar y escuchar al mismo tiempo
Por supuesto que todo esto y más se requiere para ser una buena escucha, pero por lo pronto trate de poner esto en práctica y se va a dar cuenta que tiene sus beneficios.
José Luis Castañeda Lerma