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Líderes en formación de líderes desde 1992

Hace poco nos sorprendimos al ver un video en el que un extranjero pateaba a uno de sus empleados. Se ve en el mismo, a un empleado –aparentemente tranquilo- al que de repente le llega otra persona a golpearla.

Se hizo un escándalo mayúsculo porque este video fue reproducido por las cadenas de televisión y tuvo muchas visitas en Youtube.

Aclaro que siempre he estado en contra de la violencia, aún como recurso extremo. Lo digo porque lo que sigue lleva un tanto de la misma.

Juanito, es una persona serena, con cuerpo fornido y una altura respetable. Trabaja en una empresa de la localidad y cuando ingresó su esposa ya llevaba cierto tiempo laborando en la misma.

Cierta tarde, a la salida, la esposa le comentó que su jefe se estaba pasando de listo, porque acosaba sexualmente, no solo a ella sino a varias de sus compañeras y que además todo lo pedía a gritos y faltándoles el respeto. No era la primera vez que sucedía, pero ese día había estado demasiado insistente.

Juan se molestó y le dijo que al día siguiente fuera a platicarle lo mismo a la gerente de Recursos Humanos y que les pidiera a sus compañeras que hicieran lo mismo.

Bajo el pretexto de que “es mejor trabajar con un buen motor, que con buenas bujías” a las chicas que fueron a poner su queja, una vez que las oyó, la gerente de Recursos Humanos, terminó por despedirlas.

Juan se sintió un tanto culpable con su mujer, porque por haber seguido su consejo, había terminado en la calle. Pero también se sintió aún más molesto.

Paco, el acosador y jefe de las chicas, salía tranquilamente hacia su automóvil que lo tenía fuera del estacionamiento de la empresa, cuando sintió el primero de una serie de golpes, que terminaron por tirarlo al piso. Juan estaba furioso y seguía golpeándolo, hasta que lograron separarlo algunas personas que pasaban por ahí.

Al día siguiente, no se le permitió la entrada a Juan, mientras no hablara con la gerente de Recursos Humanos. Esperó pacientemente hasta que lo atendieron. Intentaron despedirlo y comentó que lo sucedido no había sido dentro de la planta; que ya tenía varias quejas de acoso sexual; que se había intentado pasarse con su esposa; que la había insultado; y que después de todo esto la habían corrido.

La gerente, a pesar de que estaba der acuerdo con Juan, no sabía que hacer porque tenía la presión de dirección y del jefe Paco, para que lo corrieran. Consultó todo e inusitadamente dejó seguir trabajando a Juan. Al salir de la oficina, Juan le dijo a la gerente “hay motores que se desvielan a pesar de tener muy buenas bujías” Con motores desvielados la empresa no avanza como quisiera.

La ovación del personal cuando Juan entró al comedor a la hora de la comida es histórica en esa empresa. Parece ser que todos conocían el estilo del jefe Paco y que se alegraban de lo hecho por Juan.

Al pasar por el área donde trabajaba su mujer, se le acercó Ana –la más antigua- y le preguntó: ¿con cuál mano fue? Juan no sabía a que se refería y se lo cuestionó. Ana le contesto ¿con cual mano fue con la que le pegaste al jefe Paco?, la respuesta fue con las dos. Ana emocionada le dijo déjame besártelas.

No justifico la violencia, pero en ocasiones entiendo la rebeldía en los empleados cuando se les arrincona. Es una forma de reaccionar, que se puede tornar violenta cuando hay poca formación o…mucho coraje.

 

José Luis Castañeda Lerma

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