logoP31

Líderes en formación de líderes desde 1992

De verdad que no pretendemos analizar si en su departamento se están implementando los sistemas que le han indicado o si su productividad es buena o no lo es. Ni siquiera si le fue mal en la última auditoría interna sobre sistemas.
 
Queremos recordarle los dos errores fundamentales que menciona Charles Handy y que con cierta frecuencia cometen la mayoría de los gerentes y directores:
 
Error tipo 1: es no equivocarse
Error tipo 2: Es no acertar
 
Parece que es lo mismo pero la diferencia es enorme. Para no equivocarse es suficiente no hacer nada, no actuar. Cuando no se actúa no se comete ningún tipo de error. Hay, por ejemplo, gerencias de recursos humanos en las cuales se debería encontrar la esencia de la cultura empresarial y que deberían ser los apoyos de las direcciones generales porque manejan lo más importante de toda empresa que es sus personas, que prefieren no innovar, ser pasivos, esperar, no moverse, en pocas palabras no equivocarse.
 
Direcciones generales que ante las situaciones críticas prefieren permanecer impávidos, silenciosos, a la expectativa, sin riesgos de ningún tipo, con planes guardados. Seguramente conforme pase el tiempo se darán cuenta que no se han equivocado, pero tampoco habrán hecho nada. Estarán cargados de omisiones con las cuales costará mucho trabajo el volver a andar.
 
El error que Handy menciona como del tipo 2: no acertar. Recordemos que acertar es lograr objetivos y que para lograrlos se debe correr algún tipo de riesgos que puede considerarse como el no acertar. Se debe considerar que para conseguir algo se debe emprender la marcha hacia ello, con riesgos que siempre lo habrá. Quien no se arriesga a emprender la marcha, se arriesga también a no conseguir nada a perder las metas y a desviarse de los objetivos.
 
Este tipo de error requiere de audacia, requiere de decisiones y por supuesto de riesgos, pero recordemos que quien hace lo que siempre hace, obtiene lo que siempre obtiene o menos.
 
En nuestra experiencia con las empresas nos encontramos con compañías que prefieren no arriesgar (error tipo uno) que esperan a que pase la crisis y que sin embargo se encontrarán todavía con ella por las omisiones que están cometiendo, por la falta de audacia en los mandos directivos.
 
Hay otras que arriesgan y que al abandonar la crisis estarán mucho más cerca de los objetivos, con algunos errores, pero dinámicos.
 
 

José Luis Castañeda Lerma

###BLANK###