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Líderes en formación de líderes desde 1992

Parece, a primera vista, un contrasentido ¿qué relación puede guardar el oído con la vista? El autor admite que al oír esta sentencia, también le produjo un poco de desconcierto.

La persona que me la dijo por primera vez, al ver mi cara de admiración, comenzó de inmediato un relato sobre la Capilla Sixtina en Roma, la describía con tal expresividad que me parecía estar viéndola. Al final me dijo: ¿la has visto en tu imaginación? Afirmé con la cabeza. Me preguntó nuevamente, ¿ahora captas la frase? Volví a afirmarlo.

La escucha, que no el oír, es una cualidad fundamental de los sistemas de comunicación. Más que aprender diagramas complicados o sencillos sobre lo que nos dicen ahora los expertos en comunicación, hay cosas que son de sentido común y que a veces no reparamos en ellas.

Saber escuchar, tiene un valor altísimo en la actualidad, hay poca gente que lo sabe hacer y hay otros que lo saben hacer pero no se dan tiempo para efectuarlo. La vida tan agitada que se desarrolla en la actualidad, nos impide reparar en la escucha como la otra mitad de los sistemas de comunicación. Cada día nos encontramos más solos: pasamos buena parte del día frente a una computadora, o en juntas, o frente a la televisión, requerimos de alguien que ponga atención a lo nuestro.

Pocos escuchan y todos queremos de una manera u otra ser escuchados. Escuchar bien, tiene alta demanda y poca oferta, de ahí surge su valor tan alto.

Una de las habilidades del liderazgo que más se destacan, además de la integridad y el servicio, está el escuchar y saberlo hacer adecuadamente. El líder en el nivel que se encuentre tiene como primera función el diagnosticar situaciones, una herramienta para este diagnóstico es el escuchar, con todo lo que esto implica. En ocasiones se le da poco peso, y es quizá por esta razón que en ocasiones no se entera de nada y termina haciendo un diagnóstico errado. ¿Se imagina usted a un médico que no le escuchara cuando va a consulta y se dirigiera a la exploración, o peor aún a recetar?

¿Cuántas veces hemos estado frente a una persona que aparenta oírnos, pero que nos damos cuenta que no nos escucha? Posiblemente nadie le ha enseñado.

En nuestro curso de “Comunicación Efectiva” al hacer un ejercicio de escucha activa, el resultado es de alegría en primer lugar y se crea un ambiente de relajación y de tranquilidad. ¡Por unos minutos, los alumnos  son escuchados y los resultados son sorprendentes!

¿Sabes poner tus cinco sentidos cuando alguien quiere hablar contigo? ¿Corres o apresuras a tu interlocutor, con tus posturas y gestos? ¿Te han dicho que tienes oído selectivo?¿Te has dado cuenta que en la comunicación el emisor demanda atención y que no la presta en la retroalimentación de parte del receptor?¿Conoces las cualidades de una buena escucha?¿Podrías citar por lo menos tres?

Pregúntale a la gente que trabaja a tu alrededor si sabes escuchar, te sorprenderán los resultados. Pero escúchalos y verás.

José Luis Castañeda Lerma

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