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Líderes en formación de líderes desde 1992

Eran las diez de la mañana y Adrián se encontró a Jorge en la cafetería; el primero estaba sentado bebiéndose con toda paz una taza de café.

Se te ve algo cansado, comentó Adrián el jefe de Jorge

- Un poco sí, con tanto trabajo que tenemos, me retiré ayer a las diez de la noche y vengo un poco desvelado.

-   ¿Qué hiciste hasta esa hora? –preguntó Adrián sorprendido

-   La última vez, tuvimos un mal entendido por el reporte de resultados –Contestó Jorge

-   ¿Qué hiciste hasta esa hora? –volvió a preguntar Adrián

¡Pues terminarlo!

- ¿Y lo terminaste?, recuerda que la junta es a las cuatro

Me faltan detalles…Contestó Jorge tranquilamente

-   ¿Te quedaste cinco horas después de la salida y aún no terminas?

Es que ayer tuve mucho trabajo y... comenzó a excusarse Jorge

-   A ver Jorge, el reporte es prioritario; los datos los tienes desde hace tres días ya formateados; El análisis no se tarda más de dos horas normalmente; y me vienes a decir en tono heroico que te quedaste hasta las diez y que aún no terminas…

Es que…- Jorge se quedó callado ante la avalancha de hechos que su jefe le preguntaba y buscaba en su interior que responder

- Jorge, me preocupa tu eficacia. Cualquiera que te hubiera visto trabajar la noche de ayer pensaría que eres un trabajador dedicado y …¡no lo eres! De nada me sirve que trabajes hasta tarde si no hay resultados. ¿cuánto tiempo llevas en la cafetería?

Como media hora pero…

En ocasiones, vemos personas que se quedan en la empresa, trabajando hasta tarde. Algunos podrían pensar en su sentido de responsabilidad, pero en ocasiones es el resultado de desorden, pérdida de tiempo a lo largo de la jornada, o que no saben priorizar.

Quedarse hasta tarde, puede ser un acalla conciencias para tu falta de aprovechamiento del tiempo.

Te recuerdo aquella frase: “haz lo que debes y está en lo que haces”, que implica entender el objetivo de nuestro día o de cada momento –haz lo que debes- y además poner los cinco sentidos en lo que se está haciendo.

¿Es esto lo que debo estar haciendo ahora? Es una pregunta que se debe plantear y responder con honestidad. Le da rumbo a nuestro quehacer. Nos hace eficaces.

¿Cuántas rutinas innecesarias tenemos en nuestro trabajo que nos impiden el “hacer lo que debo”?

Si fueras dueño de la empresa en que trabajas ¿seguirías haciendo lo que haces?

Lo hemos escuchado en cantidad de ocasiones, no se nos paga por “hora sentadera”, esto es, por el tiempo que se está en una empresa, sino por cumplir a tiempo y bien las funciones que nos tienen asignadas, más claramente: por hacer rentables cada una de nuestras acciones.

En nuestra historia de más arriba, el reporte estuvo a tiempo. Antes de irse a su casa, Adrián recibió el reporte del uso de la computadora de Jorge.

Le llamó la atención, ver que ese día, Jorge había estado en Facebook de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 20.30.

Por cierto, Jorge es el protagonista de “Un pinocho en mi equipo” ¿te acuerdas?

 

José Luis Castañeda Lerma